La historia de los impuestos en América Hispana comenzó con las Capitulaciones de 1492 entre la Corona española y Cristóbal Colón, las cuales establecieron la participación en los beneficios de los viajes. Durante la colonia, los gobernadores recaudaban impuestos para la Corona a través de la encomienda, la mita y el resguardo. Tras la independencia, la nueva Granada estableció su propio sistema tributario a través de la constitución de Cúcuta de 1821.